Pastel de limón con crumble de menta – una delicia fresca y aromática
El pastel de limón es un clásico que nunca pasa de moda, gracias a su sabor fresco y vibrante que lo hace perfecto para cualquier ocasión. Hoy presentamos una versión mejorada: el pastel de limón con crumble de menta. Este toque de menta no solo complementa la acidez del limón, sino que también aporta una frescura adicional y una textura crujiente que hace de este postre algo especial. La combinación de la suavidad del bizcocho de limón con el crumble crujiente de menta es simplemente irresistible y sin duda se convertirá en el favorito de tu hogar.
Este pastel es ideal para celebraciones, reuniones familiares o simplemente para acompañar una tarde con una buena taza de té o café. Su textura esponjosa, combinada con la frescura cítrica y el toque sutilmente herbal de la menta, convierte cada bocado en una explosión de sabores equilibrados y refrescantes.
Preparar la mezcla del crumble:
En un bol, mezcla la harina, el azúcar y la menta picada. Asegúrate de que la menta esté bien distribuida para que cada bocado tenga ese toque fresco. Añade la mantequilla fría cortada en cubos pequeños y, con las yemas de los dedos, mezcla hasta obtener una textura similar a migas gruesas. El crumble debe tener trocitos pequeños y desmenuzables que serán perfectos para darle al pastel un contraste crujiente.
Reposar el crumble:
Una vez que tengas la mezcla de migas, colócala en el refrigerador mientras preparas el pastel. Esto asegurará que el crumble mantenga su forma y que la mantequilla se mantenga fría, permitiendo que al hornearse quede perfectamente crujiente.
Preparar el horno y el molde:
Precalienta el horno a 180 °C. Engrasa y enharina un molde para pastel (preferiblemente de unos 22 cm de diámetro) para evitar que se pegue.
Batir la mantequilla y el azúcar:
En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y esponjosa. Esto puede tomar unos 3-4 minutos y es fundamental para darle al pastel su textura esponjosa. Añade el extracto de vainilla y mezcla bien.
Añadir los huevos y los ingredientes secos:
Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición para asegurarte de que se integren completamente. Luego, incorpora la ralladura de los limones y el jugo. Aparte, mezcla la harina, la levadura y la pizca de sal, y tamiza sobre la mezcla de mantequilla y huevos. Remueve con movimientos envolventes hasta que todo esté bien integrado y la masa quede homogénea.
Hornear el pastel:
Vierte la masa en el molde preparado y alísala con una espátula para que quede uniforme. Saca el crumble del refrigerador y espárcelo uniformemente por encima de la masa del pastel. Esto permitirá que el crumble de menta quede perfectamente dorado y crujiente al salir del horno.
Hornear:
Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante unos 35-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. El tiempo de horneado puede variar dependiendo de cada horno, así que vigila el pastel para asegurarte de que no se cocine de más.
Enfriar y servir:
Una vez que el pastel esté listo, sácalo del horno y déjalo enfriar en el molde durante 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y deja que se enfríe completamente sobre una rejilla antes de servir.
El pastel de limón con crumble de menta es ideal para servirlo solo, acompañado de una taza de té o café. Para una presentación más elaborada, puedes añadir una capa ligera de glaseado de limón hecho con azúcar glas y un poco de jugo de limón. Esto no solo intensificará el sabor cítrico, sino que también añadirá un toque decorativo al pastel.
Otra opción es acompañar cada porción con una cucharada de nata montada o un poco de helado de vainilla, especialmente si se sirve como postre tras una comida. Las hojas de menta fresca y unas rodajas finas de limón también pueden ser usadas como decoración para dar un toque de frescura adicional al plato.
El pastel de limón con crumble de menta es un postre que destaca por su combinación de sabores frescos y su textura contrastante. La menta aporta un aroma refrescante que complementa a la perfección la acidez del limón, haciendo que este pastel sea único y memorable. Además, la textura del crumble crujiente junto con la suavidad del bizcocho crea una experiencia gastronómica muy satisfactoria.
Preparar este pastel en casa te permite controlar los ingredientes y disfrutar de un postre totalmente casero y sin conservantes. Es perfecto para cualquier ocasión, ya sea una fiesta, un cumpleaños o simplemente para compartir una tarde de café con amigos.
Este pastel es, sin duda, una combinación perfecta de frescura, dulzura y textura, y se convertirá rápidamente en uno de los favoritos de tu repertorio de repostería casera.
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